20 dic 2012

APRENDIENDO A LOS GOLPES

Un dia como hoy, un poco mas soleado, un poco mas triste, hace 11 años, comenzaba lo que parecia ser el ocaso de la Nación Argentina. Los efectos devastadores de un canibal y oxidante neoliberalismo se habian tatuado en la gestión del presidente Fernando de la Rua como una marca indeleble e indisimulable; la de la realidad social hecha carne en un pueblo que no pudo mas. La inestabilidad economica,el colapso del sistema bancario y la posterior restriccion  al retiro de depositos bancarios,mas conocido como Corralito, anunciaron el fin del criticado gobierno de la Alianza, y el fin de una triste era de nuestra historia. Triste,silenciada,la realidad de las clases sociales que sin remedio se vieron excluidas,amordazadas e ignoradas por un sistema perverso,una sociedad secuestrada por los intereses de unos pocos que manejaron el pais como si fuera una empresa, gestionando numeros sin verle el rostro al pueblo.  Un dia como hoy, hace 10 años, comenzaban los primeros saqueos a supermercados, del pueblo que,entre góndolas y paquetes buscaba la dignidad perdida. El estado de sitio decretado esa noche por el presidente no hizo mas que enardecer el fuego interno de un  pueblo rebelde, decidido a cambiar el rumbo de la historia, a forjar nuevamente su propio destino.Los indices de desocupación, pobreza e indigencia se habian disparado dramáticamente en los ultimos dos años, y de alguna manera, esos disparos fueron los al dia siguiente  quedarian marcados para siempre en 38 vidas sin retorno, cuyo unico pecado fué ser conscientes de su ignominia.
Ya pasaron 11 años y uno se pregunta entonces si es mucho tiempo, o todavia es muy poco. Porque como latinoamericanos, y como argentinos, la historia nos ha obligado a detenernos en cada pasaje por mas tiempo del debido.Quizas, de alguna manera, es su forma mas pedagógica para hacernos aprender. Mas de 30 años de guerras internas y derramamiento de sangre se necesitó para unificar un pais lleno de suspicacias y rencores. 50 años de interrupciones inconstitucionales al orden democrático,30.000 desaparecidos,miles de torturas,muertes,atentados y una guerra absurda,fue lo que se necesitó para que aprendamos a valorar a la democracia como la herramienta mas efectiva para la integración del pueblo .La democracia y la Argentina son dos mujeres hermosas, de esas que de pendejos no sabemos valorar, y de grandes queremos recuperar para siempre. A los golpes, necesitamos de 38 muertos para comenzar a entender, a aprender que los destinos y el futuro de nuestra patria depende de nuestra gente, de nuestro pueblo, de nuestras decisiones. Para aprender a valorar y permitirnos enamorarnos de nuevo de esta Argentina.Para crecer,para ya no ser un pais pendejo,para ser grandes en la tragedia y levantarnos una vez mas.Para aprender.Porque para renacer, se sabe, que hay que morir un poco.

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